Sos de la banda
de los pensionados por vagancia
jamas leíste los títulos
de los diarios que juntas.
Con santas malas palabras
amargas tus amores
enterneciendo a un muslo
para chupar y tirarlo.
¡El cinto no aprieta aún!
ellos vaciaron tus bolsillos
con grandes prospectos
de aceites y yuyos secos.
Tu jugoso doctor
de no pocas privaciones
vendo su palma
con fino papel higiénico.
Hoy salio tu cifra
y el premio es tu vencimiento
¡no se puede donar! ¡no!
Si pensás una huida
ya eres libre.