Quería alertar en primer lugar que posiblemente
esto salga como mi primer revoque con cemento. La razón aún la desconozco pero
es como si fuese la primera vez que empiezo a escribir. No pego una. Parece
increíble pero últimamente me está costando plasmar algo sobre papel.
Generalmente sale fácil. Es como vomitarlo. Todo suele fluir y en el camino va
tomando forma aunque en sus comienzos no sepa ni siquiera de que voy a hablar.
Al final todo tiene su forma, no sé si la que esperaba pero la que al fin la que
conforma y de la que te sentís por un tiempo o en un tiempo orgulloso. La
verdad es que nunca sé de qué forma dirigirme a un público indeterminado.
Simplemente se empieza pero como dicen los grandes escritores… “se comienza
escribiendo, oraciones cortas y simples”como decía Hemingway.
Para empezar debe haber algo en tu interior que te
incline a escribir. Algo inquieto, tal vez un dolor, una molestia, o mejor aun
algo positivo como la alegría.
Es cierto. Es un público muy nutrido y esta altura
del año ya estoy pisando el 26 de diciembre pasadas las 2:13 a.m., y todavía
dudo del contenido de este texto. Creo que está a punto de cortarse la luz por
enésima vez. ¡Ah! Me olvidé de aclarar que estoy en Paso de los Libres, sentado
en la sala de esperas del consultorio de mi madre. Se avecina una tormenta pero
ahora estamos en la etapa del ventarrón. Sinceramente no sé porque siempre trato de ubicar
temporal y espacialmente al lector. Tal vez para crear un ambiente para
imaginación. Es una costumbre. No hagan caso. Es gracioso estar lleno de dudas.
Dudas sobre cada letra.
Anoche meditaba sobre ciertas cosas de la vida y
llegue a la conclusión de que es en vano arrepentirse de lo hecho o echar de
menos. Las cosas las hacemos en una circunstancia determinada. No podemos
criticar el pasado.
Podría titular esto “Volver a escribir” pero en
realidad lo que siento es la necesidad de dar gracias.
A titulo introductorio quiero dejar en claro
algunos puntos. Las explicaciones mas profundas pueden hacerlas ustedes. Si
ahondo un poco mas podría expresarme de tan forma que el sentido de mis
explicaciones podría confundirlos o peor aun tener una dimensión multivoca por
lo que se me iría de las manos lo que en este momento estoy agarrando a duras
penas para que no vuele. Confieso que mi locura siempre pasó por un exceso de sensibilidad. Oler
temprano lo que seguro pasa después o simplemente, podría decirse, que termino
atrayéndolo.
La verdad es que quería agradecerles y compartir,
por este medio, todo lo que cada uno de ustedes aporto en mi corta vida. Un
cuarto de siglo no es poco. Dentro de veinticinco más serán cincuenta. Trato de
ser escueto pero no puedo. Una vez me dijeron: “si es muy largo no lo leen”. Bueno esas
son cosas que ya escapan de mis manos. Tendré lastima a quienes no lo terminen
(lo digo por mi) y tal vez los que lo terminen entenderán muchas cosas. Pero no
dejo de dudar. Volviendo a la edad… desde que me pelaron creo que se han
duplicado las canas. Creo que hay responsables que pagaran con la misma moneda
pero con intereses.
Muchos de ustedes me “aguantaron” siempre. Sé que
es vulgar el termino pero creo que un sinónimo elegante, formal, serio y
educado no lograría abarcar y expresar adecuadamente mis emociones. Al decir de Fontanarrosa de las malas
palabras “hay palabras… que son irremplazables por su sonoridad, por su fuerza,
algunas incluso por la contextura física de la palabra”
Fue un año difícil. La verdad me sentí demasiado
extraño. Me preocupo que algunas cosas hayan superado a otras. Mi escala de
preocupaciones se invirtió como la pirámide de Kelsen. Pero mas allá de todo me
sirvió para conocerme más. Jamás creí que llegaría a tanto (el tanto es como
una nebulosa) y que pondría a prueba mis propios principios. Los más sólidos, a
los que puse a prueba, quedaron firmes. Se mueven con el viento, de deshojan en el otoño y
queman sus hojas en el verano pero vuelven a brotar en la siguiente primavera. Aquellos que
eran de arcilla se los llevó el viento. Pero hay cosas seguras. Reconocí el
horizonte detrás de las fronteras. Y aquí podría tirar diez mil frases hechas
pero me explayaría demasiado. Llega un punto en que te das cuenta de que los limites, los miedos y los
problemas solo existen en la medida que les des cabida en tu mente. Que fuera
de ella hay un mundo que sigue girando.
A manera de una posdata adelantada solo podría
decir “lo volvería a hacer, porque me hizo feliz”. Digo… ni vencedores ni
vencidos, como dice un amigo “uno elije hasta donde y con quien”. (Nótese que
estoy repitiendo muchas palabras, pero a esta altura ya quiero terminar)
Quería dedicarle el esfuerzo principalmente a mi
vieja, Marita Niveyro, a mi abuelo, Jorge Niveyro y a mi abuela Alice Gómez que
ya no esa con nosotros desde el 29 de agosto de 2012 pero que nos relojea desde
las plateas más altas. Creo que sin ella no hubiese hecho lo que hice. Hubiese sido un Jorge,
tal vez en alguna otra provincia, con alguna otra carrera, con otras
personas... Sé que dolió una frase de ella cuando terminaba la primaria pero me
sirvió para darme cuenta en que paño jugaba, hacia donde iba, y quien era
quien. Para darme cuenta de que alrededor a nadie en realidad le importa la
vida de una más que a uno mismo.
Un eterno agradecimiento a todos (cada uno sabe) en
forma colectiva por aguantarme y por confiar y creer en mí, por aceptarme y por
sentirse queridos. No puedo empezar a nombrar porque siempre me voy a olvidar
de alguien. Gracias a cada uno por su granito de arena. Gracias a los
que están lejos y a los que están cerca.
Todos están en mi corazón y son parte de mi vida.
Yo no comparto la famosa frase: “bla, bla, bla…
esta nueva etapa” porque en realidad no lo ví nunca como un comienzo ni un fin,
ni como un antes ni un después. Empecé desde que aparecí en la panza de mama y
no sé cuando termine. Terminas y decís, “¿esto era?”
Conocí muchísima gente “grosa”, que la verdad me
dejó con la boca abierta. Sin entrar en demasiados detalles, digo… animarse a
estudiar con hijos, trabajo, nietos, enfermedades, problemas judiciales,
económicos, jubilados… hay que tener huevos. Envidiable. Gente que se preocupe por uno sin pedir nada a
cambio. Envidiable. Gente que sin haberte visto se preocupe por como estas. Envidiable. Dicen que
Corrientes es una ciudad cerrada pero no. Nadie nunca me cerró las puertas. Hay
de todo como en todos lados. Tal vez porque nadie es profeta en su tierra
siempre me sentí muy cómodo. Tal vez de más.
Siempre creí que si cada quien proyectaba su
interior, cada uno en su individualidad y originalidad seria especial. No me
equivoque. Hacer las cosas que te hacen felices sin imposiciones sociales o
culturales nos conduce irremediablemente a gloria que uno lleva dentro.
Nunca pierdan eso que los hace especiales. Nunca
hagan algo que vaya en contra de su armonía interna. Estar limpios de cuerpo y
alma es la mayor expresión de la libertad. La verdadera libertad. Con la que
sabes que podes irte sin deber nada a nadie, sin haber dejado dolor.
Nunca se olviden de seguir “ondeando luzca el
sol o no”, porque “cuando la noche es más oscura se viene el día en tu
corazón”. No se olviden que “el que abandona no tiene premio” y que
“la vida sin problemas es matar el tiempo a lo bobo” como reza el Indio
Solari en sus crípticas letras.
"¡Este asunto esta ahora y para siempre en tus
manos nene!"
Tal vez me adelante en muchas cuestiones. Lo único
que todavía no probé fue haber caído preso pero bueno, no va a faltar
oportunidad.
Pero hay más… a lo mejor soné un poco melancólico
al principio pero mi estado de ánimo es otro. Digo… no todos los días te
recibís (claro que la estoy terminando el 29 de diciembre de 2012 cerca de las
10:43 p.m. ¡ojo!). Agradecido al cien por ciento por todo a Dios, a la Virgen
de Itatí, a Jesucristo, a San Ignacio, a San José, a San Cayetano y a la Virgen
de la Medalla Milagrosa por un hermoso año lleno de cosas hermosas. Pase un
hermoso año junto a cada uno de mis amigos y de mi familia. Los recuerdos
quedan grabados para siempre en mí. Gracias al Padre Pablo Ferreyra de la
Iglesia de Nuestra Señora de la Merced que nos guía desde arriba y al
Padre Goyo de la Iglesia San Juan Bautista Debo
saldar muchísimas cosas pendientes que desde luego no me olvido. Están en lista
de tareas para el 2013. Hay que estar agradecido por cada día y cada
oportunidad que tenemos. Siempre suelo ser un poco crítico conmigo mismo,
habito desde luego que hay que flexibilizar. Pero hay que ser exigentes siempre
sino nos comen los leones. Es la verdad. ¡Supérense mientras respiren!
Ahora me toca salir a rebuscármelas. Allá afuera
hay un mundo por descubrir. No hay mucho que pensar, hay que salir y hacer.
P.D.: valoren las actitudes, sean prudentes con las
personas pero no dejen de confiar siempre. Créanme no hay nada más hermoso que
sentirse seguros y no hay mejor regalo que brindar seguridad(valga la redundancia si es que la hay)
Como siempre hago excepciones, no sé si será una
segunda posdata pero si algo que no podía faltar más si nos acercamos al 31 de
diciembre…
¡Feliz Año Nuevo!
Gracias gente por estar :)
Oleo de la abuela Alice Etelvina Gomez de Niveyro
siempre en mi corazón :)